Presidenciales
Las elecciones presidenciales de Guatemala estuvieron marcadas por cuestionamientos sobre corrupción, denuncias de fraude y el hartazgo de la población. Una de las sorpresas más destacadas en estas elecciones fue el Movimiento Semilla y el éxito del candidato Bernardo Arévalo. Semilla se convirtió en una opción política para aquellos que buscaban una alternativa creíble, en medio del descontento generalizado hacia el sistema político tradicional. Arévalo, hijo del expresidente Juan José Arévalo Bermejo, supo capitalizar ese sentimiento de hartazgo y canalizarlo hacia su candidatura, obteniendo un notable apoyo en las áreas urbanas, aunado a la transferencia—no buscada—del voto de Carlos Pineda a Arévalo, pues ambos candidatos representaban posturas y bases electorales diferentes.
Sandra Torres, logró asegurar su lugar en la segunda vuelta electoral. Aunque las encuestas la situaban como una de las favoritas desde el inicio de la campaña, su camino hacia la segunda vuelta no estuvo exento de obstáculos. El hartazgo por la corrupción y las denuncias de fraude permearon la campaña electoral, generando desconfianza en el proceso y en las instituciones encargadas de garantizar la transparencia. Sin embargo, Torres logró mantener una base sólida de apoyo, probablemente respaldada por su experiencia política previa como primera dama y sus intentonas de llegar a la presidencia.
El papel del presidente Alejandro Giammattei también ha sido relevante en estas elecciones. Durante su presidencia, el país ha experimentado un deterioro institucional, marcado por llevar a la cárcel o al exilio a jueces, fiscales y periodistas. El descontento con su gestión y la percepción de un sistema político cooptado han influido en el electorado guatemalteco, generando un sentimiento de rabia silenciosa y llevando a muchos ciudadanos a votar por el “menor de los males” o el “menos peor”. El contexto político y social creado durante su mandato ha sido un factor determinante en las preferencias electorales y en el clima de desconfianza generalizada.
En cuanto al desempeño de las encuestadoras, se menciona que los índices de voto nulo y en blanco se duplicaron en el último mes, lo que refleja el desencanto y la desconfianza hacia el sistema político y las instituciones encargadas de organizar las elecciones. Esto sugiere que las encuestadoras podrían haber enfrentado desafíos para capturar con precisión el estado de ánimo y las preferencias de los votantes.
Las elecciones presidenciales han sido un reflejo de la complejidad política y social del país. El surgimiento del Movimiento Semilla y el éxito de Bernardo Arévalo representan una búsqueda de cambio y una demanda de opciones políticas más éticas y creíbles.
Alcaldía de Guatemala
Las elecciones para la Alcaldía de Guatemala en 2023 han sido un proceso político sumamente reñido y lleno de tensiones. Los protagonistas principales de esta contienda han sido Ricardo Quiñónez Lemus, actual alcalde de la ciudad, y Roberto “Canela” González, su asiduo oponente.
Desde el inicio del conteo de los sufragios, Ricardo Quiñónez se ha mantenido al frente de las votaciones, pero su liderazgo ha estado constantemente amenazado por la estrecha brecha que lo separaba de su oponente. La competencia entre Quiñónez y González en el conteo ha sido una de las más cerradas, llegando incluso a momentos de cambio en la primera posición.
Durante la campaña electoral, Ricardo Quiñónez, quiso resaltar sus logros como alcalde en ejercicio, enfocándose en aspectos como la infraestructura, el desarrollo urbano y la seguridad ciudadana. Por otro lado, Roberto “Canela” González busco darle visibilidad a una visión de cambio para la ciudad, centrándose en temas como la movilidad, el medio ambiente y la participación ciudadana. Hasta el momento del análisis, el escrutinio se acerca al 93%, lo que indica que el panorama electoral está tomando forma. Aunque Ricardo Quiñónez se ha acercado a los 100,000 votos y mantiene una ligera ventaja sobre Roberto “Canela” González, la diferencia entre ambos candidatos sigue siendo estrecha, con poco más de 1,000 votos separándolos. Esto sugiere que el resultado final podría depender de los votos aún no contabilizados. Una vez finalizadas las elecciones y con la proclamación oficial del ganador, será crucial observar cómo se configura el panorama político en la Alcaldía de Guatemala. Independientemente de quién asuma el cargo, es probable que enfrenten importantes desafíos en términos de gobernabilidad y satisfacción de las expectativas ciudadanas.