Sí hay opción, por Grace Jiménez

Por: Grace Jiménez R. – Cuencana

@GracejimenezR

Si hay Opción, así fue el slogan para la campaña electoral a la prefectura de Azuay, alcaldías, concejalías y juntas parroquiales en las elecciones 2023. En este artículo presento algunas reflexiones iniciales de lo que nos deja una batalla electoral más, y escribo en términos bélicos, por dos aspectos:


A. Por la increíble inversión monetaria en campaña negativa; en promedio solo en Azuay, se han creado alrededor de 600 cuentas entre Facebook y tiktok para desacreditar a las/los candidatos, sin contar los perfiles ya creados anteriormente que son utilizados como “troll center”.


B. En este proceso, la OEA hizo un llamado al Ecuador por considerar a las elecciones 2023 como el más violento de la historia. Mujeres viviendo violencia política, 17 atentados contra la vida a candidatos y 2 ellos lamentablemente asesinados. De eso hablaremos en otro espacio.


Volviendo al debate político, ninguna campaña es igual a otra, aun cuando se quisiese aplicar la misma fórmula. Ya lo dice Antoni Guterrez “la política es método y permite que de una forma ordenada y sistemática llegues a un fin determinado” pues en ese marco, trabajamos en una campaña medianamente ordenada, con una línea de tiempo planteada, a pesar que, la coyuntura cambia a diario, tratamos de cumplir un cronograma definido en tres etapas: 1.- Conocimiento 2.- Posicionamiento 3.- Llamado al voto

Azuay estaba invadida por el cansancio, el hartazgo político y el escepticismo; ciudadanos que creían que es “imposible” que las cosas cambien, incrédulos de que es posible una re-invención de la política sobre la base de nuevos liderazgos, esa era la lectura de nuestra línea base(encuesta) realizada a mediados del año anterior. Sumado a esto, analizamos el histórico electoral de la provincia, y miramos la incidencia del voto nulo y blanco, que de hecho en esta elección llegó a más de 40 mil votos, una muestra
más del rechazo a los políticos y sus partidos.


Junio/2022 con encuestas en mano, vimos la posibilidad de inspirar a los azuayos a construir un proyecto más allá de los partidos políticos, basarnos y centrar una campaña en la vida de la gente y que le brinde oportunidades, estabilidad económica y una voz fuerte que coloque a la provincia en los ojos del país.


El 2% del Azuay conocía a nuestro candidato a pesar de ser un líder orgánico, con carácter, y una trayectoria bastante interesante; tenía más bien un pasado reconocido en el denominado círculo rojo, con deficiencias comunicacionales y estratégicas.


Por ello era necesario acercarnos a la gente, ser uno de ellos, con un objetivo inmediato: ser el candidato que represente al 53% del nicho electoral, los y las jóvenes. Con un candidato de 40 años de edad, lo pusimos en escena como el más joven de la papeleta; inclusive contábamos con un equipo territorial que en promedio estaba entre 20 y 29 años, siendo clave para dar un mensaje claro: La juventud azuaya debía hablar en estas elecciones.


Decía Will Rogers “Si te quedas quieto, te van a atropellar”, así que iniciamos en Agosto una campaña alegre, estratégica y de mucha calle. Cuéntame la plena fue nuestra llave para entrar a algunos sectores, una campaña que aglutinó el sentimiento de la gente de ser escuchada, de responder con la verdad, de entender sus problemas desde lo necesario y no lo “político”. Teníamos un candidato desde muy temprano recorriendo las parroquias, barrios y cantones más importantes, además de sectores sociales estratégicos; acompañado de pocas personas y que confiaban en un nuevo proyecto.

Varias de las historias fueron publicadas, sembrando en el electorado un sentimiento de indignación y realismo de cómo se encontraba la provincia, hicimos de esta primera etapa un “Azuay real”.


Más tarde, pusimos en marcha una campaña en redes que debía ser alegre, divertida, al tiempo que encamine la indignación de las personas. Fue un desafío entrar en la nueva lógica -del “político anfibio”-, el candidato que se encuentra en metamorfosis, que se adapta a una realidad que está en constante movimiento y que implementa nuevas formas de comunicar, claro siempre teniendo en cuenta que la comunicación debe ser estratégica y definida a segmentos específicos. La incursión de Instagram y Tiktok con una narrativa juvenil comenzó a generar sus primeros seguidores orgánicos a quienes les gustaba lo que estaban viendo y escuchando.


Así avanzamos al segundo momento de la campaña, con un factor en contra: la descalificación del binomio a la Alcaldía de Cuenca. Nov/2022 con tres votos en contra y 2 a favor el Tribunal Contencioso Electoral negó la candidatura de Luca Pallanca a la Alcaldía de Cuenca, en ese entonces, él contaba con números de aceptación que superaba el 30%. En términos electorales, era el virtual ganador de la contienda. Fue un momento duro, pues estaba claro que la expectativa que generamos con la candidatura a la alcaldía se desvanecía, y con ella la posibilidad de presentar un binomio fuerte y con mejores posibilidades de triunfo. Con este escenario, era clave una segunda medición, que nos planteó posicionar dos mensajes:


1.- Frente a los mismos de siempre, Sí hay Opción para el Azuay
2.- Sin un candidato a la Alcaldía había que lograr una recordación e identificación de
nuestro candidato con la gente.

A los ojos de las personas, los liderazgos personales en los nuevos tiempos, superan las narrativas ideológicas, y contábamos con un candidato que había enfrentado la corrupción, el poder político y la injusticia, es decir tenía una historia para contar.

El siguiente paso entonces era generar una identidad a la campaña, un símbolo de recordación y un relato para iniciar las conversaciones en territorio, que genere adhesión y recordación, que no sea invasivo o “político”.


El ‘mal de ojo’ es una creencia que mayor difusión ha alcanzado en todo el mundo, apareciendo en un amplio abanico de países que comprenden toda Europa, una gran parte de Asia, el norte y centro de África y amplias regiones de América y Oceanía. Las mujeres protagonizan y marcan un precedente a lo largo de la historia, la mayoría de las curanderas, parteras, y quienes elaboran los amuletos contra el mal ojo son del sexo femenino. Las “mujeres que limpian”, son una representación constructiva de nuestra
interculturalidad que aún se mantiene en los mercados de Cuenca y Azuay. Con estos antecedentes presentamos como símbolo de la campaña una manilla roja tejida por mujeres, acompañado de este discurso: “Me gustaría regalarle esta manilla para que no le ojeen los mismos de siempre, los políticos mentirosos”. Hicimos clic de inmediato; una parte importante de la campaña política tiene que ser emoción, irracionalidad y sentimientos de recordación. Esta sociedad afligida y harta de la política necesita menos “políticos de siempre”, más risas y alegría. Habíamos generado una comunidad popular, creyente, conectada con lo andino y tradicional, además de generar en las artesanas quienes nos proveían de las manillas, un gran y anhelado sueño: su libertad económica. Creamos una campaña de posicionamiento que la oposición y los adversarios políticos no la miraron, fue un distintivo que el día E (el día de la elección) nos dimos cuenta había crecido en magnitud.


Para posicionar más la campaña, incluimos en la misma un símbolo aún más cotidiano entre estudiantes, jóvenes trabajadores/as, mujeres amas de casa, entre el pueblo, incluimos un bus y una campaña paralela: Súbete a la 2. El 60% de la gente en Azuay se transporta en bus, era perfecto para movilizar al equipo de campaña, a los y las candidatas, a momentos incluso a las personas que querían movilizarse de un lugar a otro; era un espacio más donde todos y todas éramos iguales.

Se acercaba el día E, y lo más importante para esa tercera etapa fue el debate obligatorio. Nos propusimos que fuese el espacio en el que teníamos la oportunidad de plantear las propuestas de campaña, mostrar la preparación y conocimiento del candidato, además de posicionarnos como la única opción. Varios días de intenso trabajo, media training, simulación del debate, desarrollo del discurso y respuestas a preguntas difíciles marcaron nuestros entrenamientos. Se cumplieron los objetivos, se generó una tendencia y el candidato había marcado la diferencia en el debate, era hora de una nueva medición, en la cual habíamos subido 4 puntos fruto de la conversación generada en el post-debate.


Por supuesto planteamos una propuesta que nacía de la campaña inicial “Cuéntame la Plena”, y de las necesidades de la gente. El corredor vial en el Km 49 de la vía Cuenca – Molleturo – Naranjal, era la expresión del cansancio de los azuayos frente al abandono de los gobiernos, la defensa del agua, empataba con la votación ambientalista y de cerca del 84% de azuayos que no están de acuerdo con la minería a gran escala, el desayuno escolar fue la iniciativa para unir al campo con la ciudad, una prefectura que aproveche las potencialidades que hay en la ruralidad con un objetivo claro, erradicar la desnutrición infantil, las escuelas deportivas gratuitas, permitieron incorporar algo en los cual todos y
todas estamos de acuerdo; el deporte es vida, y como todo en la vida requiere de disciplina, esfuerzo y pasión, junto a Jaime Iván Kaviedes (Nine) le devolvimos la esperanza a la gente de regresar aquel 2001 cuando fuimos por primera vez al mundial. Varias de estas propuestas fueron expuestas en debates, y en nichos estratégicos, logramos hacer una propuesta que refleje el carácter e ideología del candidato de una forma novedosa y dinámica. Lo demás ya es historia y conocido por la provincia. 50 mil votos en el Azuay, casi el 14% y un tercer puesto bien ganado, fue el resultado de esta campaña, nos presentamos como una tercera vía, dejando atrás a algunos de los movimientos y partidos políticos tradicionales, algunos de ellos que caminan por la cornisa de la desaparición. Hubo errores, faltó recursos y más que nada tiempo para que los resultados sean diferentes, sin embargo, avanzamos al presentar a una opción con perspectivas en el futuro, no se trata solo de elecciones sino de generar un proyecto político a futuro.

Tres percepciones de las Elecciones en Azuay.


1.- Nuevos liderazgos en Azuay, versus “los mismos de siempre”
Según la data levantada en Junio/2022, el escepticismo hacia los políticos tradicionales era alta, y era obvio que en campaña esa estadística iba a incrementar; la ausencia de autoridades, la falta de liderazgo y la desconexión de los gobernantes con la gente fueron temas decisivos en esta elección; de hecho, de los 12 alcaldes que buscaron la relección solamente 3 lograron el objetivo. Otro fenómeno que se presentó fue el ‘ascenso’ de concejales a alcaldes y la presencia relativamente de nuevos liderazgos con discursos de cambio y transformación.
Gobernar con aprobación de la gente requiere de una campaña permanente, es claro que la pandemia, el paro de octubre y junio, el desastre del Gobierno Nacional denotó y exacerbó el descontento de la gente y desde lo comunicacional no se construyó la imagen de gobernantes eficaces; la transparencia de la gestión también fue puesto en tela de duda, la corrupción fue parte del debate electoral.


2.- “El voto oculto/vergonzoso” o el voto duro de la RC
El cerebro humano es fundamentalmente narrativo y está preparado para asimilar historias. Por ello, toda campaña debe estructurarse a través de un relato coherente. Las personas comparten historias no cifras. El mensaje de Juan Cristóbal Lloret, y de la RC en general, fue sencillo “Con Correa estábamos mejor”, “tú sabes que estábamos mejor” toda la campaña comunicacional giró en torno a la figura de Correa y de su gestión como expresidente.
Frente a la inoperancia-la experiencia, frente al abandono-el liderazgo, el gobierno Nacional fue el mejor estratega político de la campaña del correísmo no solo en Azuay sino en el país.

El correísmo logra resultados históricos, similares a los que obtuvo en su mejor momento en 2009, donde ganaron entre las más importantes las alcaldías de Quito y Cuenca y las prefecturas de Pichincha y Azuay; hoy este resultado se repite con un valor agregado muy importante la alcaldía de Guayaquil, y prefectura de Guayas propinado un duro golpe a los socialcristianos que administraron esas plazas durante 3 décadas, una estrategia al puro estilo de house of cards, de la cual hablaremos en el futuro.


Sin embargo, debemos apuntar que Andrés Araúz en las presidenciales del 2021, obtuvo en Azuay, el 21.01%, y Lloret gana la Prefectura con el 20,23%, demostrando el voto duro que mantiene el correísmo en la provincia y en el país; más no llegan a las votaciones históricas que obtuvieron en el pasado donde llegaron a bordear el 60%. Podríamos afirmar que la dispersión terminó favoreciendo a esta fuerza política, que manteniendo su votación dura alcanza la prefectura, escenario similar podríamos decir, grafica en varias provincias donde obtuvieron sus triunfos.


Varias preguntas a propósito de este fenómeno ¿por qué las encuestadoras no alcanzaron a ver esta votación? ¿en qué sectores de la sociedad está el voto del correísmo? Respuestas, algunas: irremediablemente el recuerdo del ex-presidente Correa, su evocación mesiánica está presente sobre todo en los sectores que más han sentido la crisis, los más empobrecidos, en el caso de la provincia del Azuay, en las parroquias rurales donde el correísmo obtiene votaciones importantes.


Además, es importante acotar una variable, según la revisión de algunos datos en las principales ciudades del país, ganaron los asambleístas que dejaron su cargo para lanzarse a las seccionales, como el caso de Pabel Muñoz en Quito, John Vinueza en Riobamba y Juan Cristóbal Lloret en Azuay.


En conclusión, como dice Jaime Durán Barba “No se ha fortalecido la imagen de Rafael Correa, es el deterioro de Guillermo Lasso”, en promedio, en todo el país, el correismo no supera el 35% es el mismo porcentaje que ha mantenido desde el fracaso del ex presidente Moreno.

3.- La Alcaldía de Cuenca, fue la joya de la corona
Las luces, la cámara y la acción se enfocó en la alcaldía de Cuenca. Una autoridad saliente con cifras de popularidad bajísimas en las postrimerías de la elección, se sabía que la alcaldía podría ser ganada por otro candidato.


Paúl Carrasco, el candidato con mayor conocimiento, hizo una campaña moderada variando en algo su perfil, sin embargo, tenía una mochila muy pesada que era la del gobierno nacional que en Cuenca tiene índices más altos de desaprobación que la media nacional; además de ciertas críticas por su administración como ex prefecto del Azuay. Un plus que marcaba la diferencia en su campaña, fue una comunidad digital “La Fonda de Carrasco” que la trabajó durante dos años, es una plataforma que no tenía ningún candidato al iniciar la contienda electoral.


Dice un argot popular “que si no sirves bien la cerveza se llena de espuma” algo así fue la campaña de Adrián Castro arrancó pronto y arrancó bien, sin embargo, la impresión y las mediciones mostraron que no logró posicionar su campaña en el sector popular, además ciertas fallas comunicacionales que no permitieron posicionar bien sus propuestas de campaña, podríamos decir que es un “Hervas” cuencano, fue el outsider, lo novedoso, el candidato fuera de lo tradicional que apareció a unos pocos meses de la elección y que obtuvo una votación importante.


Cristian Zamora, ganador final de la elección, tuvo como punto de partida una causa muy fuerte sentida por la mayoría de cuencanos: los radares. Un contrato oscuro –por decirlo menos- que trajo muchas críticas de varios sectores de la población, misma que fue enarbolada por el candidato para ese entonces concejal en funciones y sirvió para darle una razón poderosa a la gente para votar por él: El voto económico sobre el voto ideológico. Además, planteó una herramienta comunicacional que le funcionó, 101 propuestas, que le demostraron como un candidato preparado, de territorio y que conocía los problemas más pequeños de los barrios y sectores. Zamora, apostó por un partido con una votación dura, históricamente reconocido en Azuay como es la Izquierda Democrática ID, listas 12, que también aporto a su caudal de votos. Todos los candidatos recibieron una dosis de campaña sucia, de nuestra escucha de redes cerca del 50% de los ataques desde la salida de Luca Pallanca (noviembre) fueron
propinados al candidato Cristian Zamora, lo que indicaba el blanco para evitar el crecimiento. ¿Fueron efectivos los ataques? La respuesta siempre será relativa, en unos casos generó mayor presencia para el candidato, lo que supuso que esté presente en la conversación de aquellos que incluso no lo conocían y por otro lado, podría decirse que generó una cierta empatía al recibir múltiples ataques.


Una vez más en Azuay, sobre todo en Cuenca, se expresa el “voto cruzado”. Es decir, unos votan por su preferido/a la alcaldía, y esa misma persona vota por otra lista o partido para la prefectura. Será porque no existía binomios fuertes, será porque no hubo, salvo ciertas excepciones, campañas unificadas, será porque la prefectura denotó otras preocupaciones, o acaso será por todas las razones mencionadas, podemos afirmar que, el electorado azuayo se comportó diferente al contrario de Quito y Guayaquil.


En el caso de los cantones distintos a Cuenca como Santa Isabel y San Fernando quiero hacer una mención especial a las dos nuevas alcaldesas, aunque falta mucho para alcanzar la verdadera participación y representación de las mujeres en la política, es importante reconocer quienes hoy están al frente, ya conocen nuestra frase “si una avanza, avanzamos todas”.

A.- El voto juvenil no funcionó como un todo articulado. Esta vez puedes encontrar varias facciones en su interior; aquellos que decidieron por candidatos con posiciones más de sus causas como el animalismo o el ambientalismo. Otros que decidieron por quienes más se parecían a sus formas y costumbres. Otros en tanto, a quienes más exposición tuvieron en las redes sociales, y otros (talvez la mayoría) por la propuesta que más les convenció.


B.- Los y las jóvenes están a su manera, muy cerca de la política, por supuesto son reacios al término política como tal, eso no los hace distantes a tomar partido por los candidatos/as o por una posición política como el nulo o el blanco. De un primer estudio realizado por GJ, podemos concluir que la mayor parte del voto nulo en Cuenca y Azuay es de parte de los jóvenes quienes muestran su rechazo al sistema político ecuatoriano, tema que no es menor pues la democracia, en principio, no se puede sustentar en la opción del voto nulo, por lo que una necesaria reflexión para los sujetos políticos seguirá siendo como lograr movilizar el voto juvenil, como devolverle la esperanza.

Consideraciones:
El Azuay, desde hace rato ya, vota por una tendencia progresista, por causas que culturalmente se ubican en la franja de los partidos de centro y centro izquierda, el partido de gobierno CREO, quedo prácticamente sepultado en la provincia, y más bien vimos florecer a la RC, la ID, UP, y movimientos locales que deberán seguir en una agenda de trabajo camino al 2025. Si es que no se adelantan las elecciones.


Los nuevos liderazgos tienen un desafío importante; recuperar el orgullo y la representación azuaya tan venida a menos. La gestión política será clave para realizar consensos y poder poner en práctica una agenda de trabajo. La provincia requiere de trabajo mancomunado entre sus autoridades, la sociedad civil y los medios de comunicación para recuperar el tiempo perdido, auguramos éxitos y claridad en su
gestión.


La consultoría política es la compleja integración de varias ciencias en sí mismo, que se ponen a prueba en este caso en un lapso muy corto de tiempo que duran las campañas en Ecuador. Ser consultor/a política requiere madurez y ética, trabajar en las causas en las que se cree, llevar al poder a quién haga buen uso de él y dejar la cancha mejor de la que nos entregaron.


¡Nunca embargar la cancha!

Grace Jiménez es consultora y estratega política. Ha trabajado por más de 10 años la gestión pública, campañas electorales y gestión de crisis, siendo parte de equipos asesores en la Secretaría de DDHH, Defensoría del Pueblo, Municipio de Cuenca, Prefectura del Azuay, entre otros.


Inició desde temprana edad recorriendo barrios de Cuenca y construyendo programas de desarrollo, lo que le brindó el conocimiento para entender la política de territorio y las necesidades de la
gente. Además, es Directora de la primera consultora política liderada por mujeres y ha generado varias
iniciativas en busca de la participación política de las mujeres y la garantía de los DDHH.

Es feminista, activista de los derechos de las mujeres y fomenta los liderazgos femeninos, desde la Red de Politólogas a nivel mundial. Actualmente, es columnista, brinda talleres y conferencias para incidir en el fortalecimiento de la democracia, la promoción de los DDHH y la representación de las mujeres en política, participa en varios medios de comunicación nacionales e internacionales realizando análisis sobre coyuntura política en el país y en Latinoamérica.

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