Hoy, la construcción de un “mito de gobierno” es esencial para ganar la confianza de la ciudadanía y asegurar la continuidad de políticas exitosas. Pasadas las elecciones regionales, en Colombia como en cualquier país, cada administración gubernamental buscará dejar un legado duradero. Sin embargo, la realidad de la política y la gestión pública implica que los cambios en el liderazgo pueden poner en riesgo la continuidad de estos legados. Es en este escenario que la “Unidad de Legados”, como la hemos denominado en Marketing Político y Gobierno, se convierte en una herramienta fundamental para consolidar el mito de gobierno.
La “Unidad de Legados” es entonces una estructura organizativa, vinculada al despacho del alcalde o gobernado o a la Secretaría de Gobierno, diseñada para garantizar que las políticas y proyectos gubernamentales se implementen de manera exitosa, evitando retrasos y asegurando la eficiencia en la gestión pública. Y en términos comunicacionales, va a permitir la priorización de proyectos a comunicar desde el gobierno, evitando que se vuelvan paisaje. Se trata de un “equipo élite” que se asegure de que el gobierno cumpla, no solo con el Plan de Desarrollo, sino con los proyectos bandera que lo llevaron a ganar la elección.
Este modelo tiene sus orígenes en el Reino Unido en la década de 2000 durante el gobierno de Tony Blair y se desarrolló como una respuesta a la necesidad de mejorar la implementación efectiva de políticas gubernamentales y proyectos clave. El nombre “delivery unit”, como se conoce en el modelo de Nueva Gestión Pública, se relaciona con su función principal de “entregar” resultados y asegurar que los compromisos gubernamentales se ejecuten de manera eficaz. Lo novedoso de este enfoque de gobierno es que se centra en establecer metas y métricas claras para medir el progreso de los proyectos gubernamentales más importantes, así como en la rendición de cuentas y la resolución de problemas para garantizar que los objetivos se alcanzaran en un entorno en el que la burocracia y la falta de seguimiento, resultaban en retrasos y problemas de implementación.
El gobierno que quiera ser recordado tendrá la tarea titánica de construir una narrativa de éxito y eficiencia gubernamental que perdure más allá del mandato de un gobierno en particular. Esta narrativa debe basarse en los logros, proyectos y políticas que fueron promesa de campaña, que benefician a la sociedad que deben ser continuados en beneficio de todos, en el storydoing. La Unidad de Legados es mucho más que una estructura administrativa; es un pilar que debe adoptar cada gobierno, que garantice la continuidad de políticas y proyectos exitosos, promueva la eficiencia gubernamental y fortalezca la confianza de la ciudadanía en sus líderes. Su implementación en los gobiernos entrantes se vuelve esencial para construir un país más estable y exitoso a lo largo del tiempo, independientemente de los cambios de liderazgo y su relación con el Gobierno Nacional.